domingo, 22 de julio de 2018
Otro Año
Un año que dejas huellas esparcidas por todos los rincones del alma. Como rompecabezas con pistas o al menos con piezas que se adhieren con fe. Un año que sabe a sacrificios, a alergias, a sueños y a promesas. Un año vivido con coraje y valentía. Un año mas de tantos vividos y Dios quiera muchos mas por vivir. Este año ha pasado dejando una brisa tibia de recuerdos, como tapizando las emociones con sabiduría, como dejando un aroma invisible de tranquilidad. Este año me ha enseñado, me ha golpeado pero también me ha acariciado. Es uno de esos años inolvidables donde has probado de todas las copas, has protagonizado travesías y has acumulado tormentas en forma de silencios. Este año es un una bendición distribuido en 365 hermosos días, pues aunque se llore o se ría lo que queda es lo vivido y lo vivido es la razón principal, es el testamento del movimiento universal. Pues se camina, a pasos lentos a pasos largos, pero se camina. Doy gracias a la vida y a Dios por un año vivido y por darme gallardía para culminarlo con una sonrisa enmarcada en mi rostro y una caricia de amor albergada en mi pecho.
viernes, 20 de julio de 2018
Una tarde en Reforma
Me gusta Cerrar los ojos y que me golpe el viento mientras, en tierras lejanas, escucho el murmullos de las calles, de transeúntes cabalgando los días en sus pies acostumbrados. Me gusta escuchar voces perdidas en los siglos, esas que deambulan como rebotando en las lejanas paredes de las plazas. Me gusta detenerme a deleitarme de perplejidades, las que cohabitan con las rutinas, pero que solo un extraño con mirada de extranjero puede diferenciar del ruido. Me gusta entretenerme de suelos que espero nunca olvide, abrazarlos como míos y sentir su esencia en cada embestida de sol. Siento el crujido de las ramas, el ronronear de los neumáticos que pasan como aves cansadas por las avenidas. Me fumo el humo de las excepciones, de los pactos sin sentido, ese que revuelve la memoria y apacigua furias complacientes. Me gusta ser un solitario hipotético, un alma despegada del todo que se acoge a su destino. Me gustas México, me llenas de nostalgias de realidad, de tenacidad, me reglas minutos plenos y miradas llenas.
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