domingo, 22 de julio de 2018
Otro Año
Un año que dejas huellas esparcidas por todos los rincones del alma. Como rompecabezas con pistas o al menos con piezas que se adhieren con fe. Un año que sabe a sacrificios, a alergias, a sueños y a promesas. Un año vivido con coraje y valentía. Un año mas de tantos vividos y Dios quiera muchos mas por vivir. Este año ha pasado dejando una brisa tibia de recuerdos, como tapizando las emociones con sabiduría, como dejando un aroma invisible de tranquilidad. Este año me ha enseñado, me ha golpeado pero también me ha acariciado. Es uno de esos años inolvidables donde has probado de todas las copas, has protagonizado travesías y has acumulado tormentas en forma de silencios. Este año es un una bendición distribuido en 365 hermosos días, pues aunque se llore o se ría lo que queda es lo vivido y lo vivido es la razón principal, es el testamento del movimiento universal. Pues se camina, a pasos lentos a pasos largos, pero se camina. Doy gracias a la vida y a Dios por un año vivido y por darme gallardía para culminarlo con una sonrisa enmarcada en mi rostro y una caricia de amor albergada en mi pecho.
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