"Ser pasajero es tener permiso para observar, ser invitado es no tener la opción de opinar, ser transeúnte es no ser ni estar, ser anfitrión es nunca poder decir la verdad. A veces me siento un pasajero de la vida mirando por las ventanas de los días, a veces me siento un invitado educado y callado sin mucho que decir, sin mucho que opinar. Otras veces soy un transeúnte sin ataduras, un ser de palabras propias sin ser enfermedad o cura. Una que otra vez soy quien da las bienvenidas, quien sonríe en la puerta y da las mejores despedidas. Es un juego de personalidades que cohabitan en una sola guarida, es como eres tu el que lee mis letras, es como soy yo quien a borbotones las grita. Me gusta cambiar de lugar, ver lo mismo un día desde aquí, otro día desde allá, entre el conformismo y la anarquía, entre lo permisivo y la osadía, de mil formas y colores, con sus sesgos y versiones. De allí nacen las dudas, los renglones que me abruman, es como respirar, sentir el pecho hinchado y luego de repente apretar el puño y esperar...no demasiado..pero esperar..pues algún día eso que esperas sin duda llegará."
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