"Me abraza una cálida ráfaga de viento, recorre mis brazos y se cuela hasta mis pies, aquí inerte junto a mi ventana veo el mundo al revés. La ventana de siempre, la de historias y miradas, desde donde siempre veo lo mismo pero con ojos diferentes. Me abruma el silencio, ese que persigo y que tal vez lo se de memoria. No es recordar ni presentir, es la sensación de vivir, transitar, habitar y olvidar. Un azul oscuro baña el horizonte y pinta el cielo de calma, una noche de tantas, un momento sin trascendencia. Me dedico a observar lo inerte mientras la noche ocurre sin ser protagonista, solo testigo. De noche en noche una brisa me reconforta e inmóvil en mi trono privado soy del universo el mas afortunado invitado."

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