"Después de tanta música, tantas sonrisas y derroche de alegría siempre reconforta la calma, los domingos y su ya conocida nostalgia. Es increíble como la vida va pasando frente a nuestros ojos, los retazos se van volviendo sabanas y las sabanas se tiñen de experiencia, esas son las vidas.
Me siento a veces como un niño enfrente de un carrusel mirando como da vueltas y vueltas y nunca para, vivimos en un loop eterno donde todo termina y todo comienza, donde se oscurece y se aclara, donde todo gira sin parar. Ese niño frente al carrusel somos todos, aquellos que respiran y, como yo, aprecian la belleza de esta vida."
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