"No se de donde viene o como leerle los labios, es una fuerza imponente de colores ajenos, una mezcla de tiempos pasados y preguntas futuras, es un remolino que se siente pero no se ve, que estremece pero no golpea. Es como una premonición constante, una señal aplazada, es tal vez solo algo en mi mente cansada. Es sentarse a mirar la nada y creer que se puede ver algo, un poco entre la angustia y la fascinación. Es tener conciencia de cada palpito del corazón, de lo que sienten los poros de la piel y no saber como describirlo o apaciguarlo. Una clase de emoción que nace del miedo, un tipo de desilusión en la otra cara de la moneda del optimismo. Cuando se hace tarde qué mejor que dejar fluir, esperar ni muy cómodo ni muy agitado, respirar a nadie aun le hace daño."
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