"Volar por los aires tiene la magia de no estar en ningún lugar, de no pertenecer a nada, de no deberle a nadie. Tiene el gusto de poder atravesar literalmente el tiempo, de amanecer una noche o anochecer una madrugada. Es como hacer un pacto de anonimato con el cielo donde mientras no se toque la tierra no existes. Volar por los aires es brillante y es profundo, es arriesgado para algunos e infantil para otros. Los oídos lo odian, los ojos lo aguardan, el estomago le teme y la mente lo prefiere. Hay veces que parece como estar en tierra por que entre brinquitos y pequeños movimientos el cuerpo se confundo de lugar. Hay veces que parece como estar dormido pues el vacío repentino hace del viaje una onírica levitación. También, una que otra vez, volar es la respuesta al apuro o quizás un oasis de arena en las mismísimas nubes.
Cuando miro por la pequeña ventana sin esquinas, me pregunto si cerrar el paso de la luz o si dejar que me encandile, también me tientan las ultimas treinta y dos paginas de mi libro de bolsillo o a veces una simple copa de vino, otros días como hoy prefiero contar. Por eso lo escribo."
www.alicastro.com/diario
No hay comentarios.:
Publicar un comentario